¿Se debería continuar el blog?

jueves, 8 de noviembre de 2012

Capítulo 5 :

-¡Venga, Toni, joder!

-¡A mi no me estreses, Marcos, que te doy una hostia!

Ambos van cargados con bolsas de la compra. Ya las han cogido del maletero y lo único que tienen que hacer es dejarlas en el ascensor. Pero hay un desequilibrio notable en la cantidad de bolsas que lleva cada uno, ya que Marcos lleva dos y Toni tres, consiguiendo que éste tenga que hacer casi malabares para que no se caiga la del medio con los productos.

-Tú y tu estúpida manía de las bolsitas estilo americano. -refunfuña Toni, una vez que ya están subiendo en el ascensor.- Bueno, tío, ¿y qué vamos a hacer hoy? -le da un codazo, guiñándole el ojo.

-Yo seguir estudiando, y tú... -se encoge de hombros.

En ese momento se abre la puerta del ascensor. El pitufo (que ya solo tiene de eso el blanco de los ojos), abre acto seguido la puerta de la casa y deja paso al pelirrojo. Éste va cargado con las tres bolsas que deposita en la encimera de la cocina. Se pasa la mano por la frente en un gesto exagerado de esfuerzo.

-Si claro, encima que te hago el favor de...-un sonido que proviene del móvil, le distrae y se calla. Después de leer dicho mensaje, continúa hablando, pero ésta vez tiene una extraña sonrisa.- No, mejor nos vamos de fiesta al "Boston".

-Eh... ¿Pero se te ha ido ya la cabeza del todo? Andrea está a punto de llegar... -y en ese momento, cuando señala la puerta de la calle, aparece Andrea frotándose las manos, por el frío.

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Se escuchan voces desde detrás de la puerta. Si no me equivoco pueden que sean mi hermano y el insensible, plasta y mujeriego de Toni. En el fondo me cae bien, pero es tan en el fondo...
En cuanto entro, los veo en la cocina y solo alcanzo a escuchar la última frase de Marcos "...y además, que ella va a ir al Boston también." No quiero ni pensar que lo que está pasando por mi cabeza vaya a ser verdad, así que intento olvidarme de ese pensamiento cuanto antes.

-¡Pásame un vaso de agua, que tengo que ir a arreglarme cuanto antes!

-¡Enana, un respeto, que ahora estás hablando con "Los chicos Ray-Ban"! -dice Toni, muy convencido, mientras me guiña el ojo al final de la frase.

-Es cierto. Dos chicas nos han llamado así cuando estábamos en el super, de compras. -se encoge Marcos de hombros, mientras me da mi tan ansiado vaso de agua.

No salgo de mi asombro. Sí que sabía que ambos no se despegan de sus Ray-Ban, pero de ahí a ese nuevo mote... Así que termino por reírme a carcajadas delante de ellos. Mi mirada va directa al reloj que hay encima de la nevera, que me da a entender que tengo que darme prisa ya.

-Así que esta noche iremos al Boston sobre las once y media o por ahí. -El agua que había en mi boca sin tragar aún, se impacta sobre la camiseta de Toni.

Nuestras miradas se clavan, ya que sé de sobra que esa idea es iniciativa suya, y no de mi hermano. La mía es de odio, reproche. La suya, por el contrario, es burlona y victoriosa. Él gana. Me levanto y me voy hasta mi habitación.

Al cabo del rato ya he terminado de arreglarme y quedan escasos minutos para irme hacia el Boston. Aprovecho para fijarme mejor en mi hermano, ya que parece que el plasta ha decidido irse a su casa a arreglarse. ¿Cuántas caerán esta noche? Marcos va genial. La ropa que tenía de marca la ha sacado del armario y le queda estupendamente.

Bip. Bip.

No me quieres... ¡Y eres un soso, que lo sepas!
Es cierto, no te quiero. Eso ya se me queda corto...

Respira. Y deja de sonreír.

Pues antes no decías eso, cuando casi me caía de la cama por la noche...
¡Es que tú también te reías de mi cuando se me quedaba el pie dormido! *carita llorando*

Esto me recuerda a algo. El chico nuevo, Iván, parecía que tenía conexión conmigo. Cuando yo contestaba "al chico WA" (cómo le he apodado), sonaba el de él, y así todo el rato. También he advertido, que fue el mismo chico que me hizo enrojecer delante de mi hermano el día de la pizzería de Sto. Domingo.

-¡Bueno, pitufo, yo ya me voy! Ahora nos vemos. -me pongo algo de puntillas y le beso la mejilla, antes de salir de ahí deprisa.

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Ya está bastante entrada la noche, ¿cómo puede ir tan guapa? He hecho bien al final en venir al Boston. Aunque hay mucho ruido y poca luz, la puedo escuchar y ver perfectamente. Una lástima que se tenga que ir dentro de poco. Pero espera, ¿por qué se acerca ese chico tanto a mi princesita? Eh... Espero que no la bese. ¡¿Pero qué estoy diciendo?! Por mí como si la besa. Yo no siento nada por ella. Voy a buscarme una copa.

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¡Gente! Siento muchísimo haber tardado tanto en publicar. Espero que os guste el nuevo capítulo, y empecéis a darle vueltas a quien es el chico WhatsApp. ¡Qué cosas más bonitas le dice a Android, aish! Aunque me ha dicho un pajarillo, que pensáis que es Iván o Adrián. ¿Quién sabe?
¡Espero que sigáis el blog o me dejéis un comentario diciendo cómo va la historia y tal!
miniLittleM.